Un pequeño perro, se ha mudado a vivir a un monasterio franciscano, dedicado como su nombre lo indica a San Francisco de Asís, santo de los animales y el medio ambiente
Es por eso que Carmelo, o como es mejor conocido ‘Fray Bigotón”ahora tiene un nuevo hogar, pero eso no es todo pues ¡hasta tiene su propio hábito! la verdad parece haberse adaptado muy bien a el, muy dueño de la situación camina por los pasillos de este lugar, alegrando a los monjes
Un proyecto llamado ‘Narices frías’ fue el responsable de esta adopción, esta asociación el cual busca ayudar a los caninos en situación de calle.