¡Fuera máscaras!

La vida política en México no puede estar sometida a las presiones de liderazgos gestados en las prácticas de clientelismo y manipulación, ni a las presiones gremiales que bajo la bandera de defender sus derechos laborales, en realidad y sin el conocimiento de sus bases, están disfrazando un proceso de desestabilización del Gobierno del Distrito Federal, con miras a la elección interna del PRD.

Pese a que aún no se ha emitido la convocatoria oficial, al menos tres figuras se han postulado en la carrera por ocupar la dirección del PRD: Marcelo Ebrard de Movimiento Progresista, el ex Senador Carlos Sotelo de Democracia Social y el actual Secretario del Trabajo del Distrito Federal, Carlos Navarrete, que pertenece a Nueva Izquierda.

La carrera ha iniciado y un grupo de cuatro corrientes encabezadas por Izquierda Democrática Nacional, que dirigen René Bejarano y su esposa, la Senadora Dolores Padierna, exigieron el pasado fin de semana la salida del PRD del Pacto por México e informaron que impulsarán esta medida en el Congreso Nacional de este partido que se llevará a cabo en octubre, cabe aclarar, que desde la firma inicial del pacto ya lo habían demandado.

Bejarano opinó que la dirigencia del PRD ya no debe quedar en manos de Nueva Izquierda, a la que pertenece su actual presidente nacional, Jesús Zambrano, a quién responsabiliza del “extravío político y la incongruencia grave e insostenibles” dentro del partido, el Pacto por México se ha convertido en el “producto milagro” del gobierno de Peña Nieto y cumple con cuatro funciones estratégicas:

“Ser un instrumento de propaganda, ser un instrumento de control y domesticación de la oposición de izquierda, avanzar en la profundización de las reformas neoliberales privatizadoras y conformar gobiernos de coalición de los partidos firmantes bajo la hegemonía del actual gobierno priista”.

A veces uno quisiera estar equivocado, pero al anunciar el respaldo total de las corrientes perredistas que el controla, a la CNTE, Bejarano se ha quitado la máscara y aseguró que el secretario de Gobernación, Osorio Chong, tendrá que corregir sus dichos de que la reforma educativa no tiene marcha atrás, pues el movimiento de la Coordinadora “se mantiene y va a crecer, ya que en breve se acordarán diversas iniciativas junto con la sección 9 de la CNTE que lo impulsarán.

Y aunque aclaró que aún no deciden si apoyarán a Marcelo Ebrard o a Carlos Sotelo en la elección interna, mintió, todo apunta al primero.

La primera vez que lo escuche me pareció un rumor aberrante, sin sentido, un disparate ya que se estaría conformando una alianza por demás extraña y destructiva, sería muy desconcertante que el ex jefe de gobierno del Distrito Federal opte por conquistar sus aspiraciones políticas por medio de la unión con la tribu más radical y nefasta del PRD.

Pero hoy, todo indica que ese arroz ya se coció, Bejarano no tiene otro candidato con posibilidades de triunfo y Marcelo no tiene estructura que lo catapulte, los intereses, las banderas y el discurso han reducido la distancia, aquel político que yo consideraba de altura, por el que voté en 2006, se ha empezado a desdibujar, tanto, que se menciona su participación en la planeación de los mezquinos golpes a Mancera.

Cuidado Marcelo, todavía estás a tiempo, pareciera que no conoces a Rene, si consolidas esa alianza, tendrás que cuidarte por siempre la espalda, él nunca lo hará por ti.

Dato duro:

Alejandro Sánchez Camacho, Secretario General del PRD y miembro de la misma corriente que Bejarano, resumió al pacto como una “amenaza para la nación”.

Que paradójico, yo considero que la gran amenaza para la nación sería la radicalización del PRD, hecho que se daría, si su dirección cae en las garras del afamado “Señor de las Ligas”.

Lic. Rafael Zaga @razagave