Fuleco, la mascota del Mundial de Fútbol de Brasil 2014, es un armadillo de tres bandas, conocido en portugués como “tatu-bola”, es un mamífero endémico del noreste de Brasil cuyo mayor hábitat es la Caa-tinga, una región árida de matorrales considerada como el ecosistema menos protegido de brasil
Este armadillo bolita está en peligro de extinción, declaró la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), un observatorio medioambiental.
Uno de los principales objetivos de la FIFA y del Comité Organizador es que la mascota ayude a transmitir la importancia del medioambiente.
El número de armadillos se ha reducido en un tercio desde la pasada década en Brasil, por lo que la IUCN lo ha incluido entre las especies en riesgo de desaparición.
El armadillo bolita, cuyo nombre científico es “Tolypeutes Tricinctus”, en referencia a las tres bandas que permiten que su caparazón se acople en forma de balón para protegerse, es “la única especie de armadillo endémica de Brasil”, según el Libro Rojo de la Fauna Brasileña Amenazada de Extinción.
