General retirado llega a la Presidencia de Guatemala

Tres décadas después de los regímenes militares que gobernaron Guatemala, otro general -éste retirado- llegará a la Presidencia del país. Ahora, por la vía democrática.

Otto Pérez Molina (Partido Patriota, 54%), ganador de las elecciones de ayer domingo frente al empresario Manuel Baldizón (LÍDER, 46%), estuvo en el campo de batalla durante los años más cruentos del Conflicto Interno Armado.

Firmó los acuerdos de paz en 1996 y en unos meses despachará en la Casa Presidencial.

Pero a algunos no les hace falta esperar a que tome posesión en enero: ya temen que su política de “mano dura” contra el crimen se extienda también a aquellos que le enfrentaron durante la guerra civil.

“Aniquiló a los mayas”

La activista indígena y ex candidata presidencial Rigoberta Menchú ha sido una de las mayores opositoras al presidente electo, a quien acusa directamente de “aniquilar a las comunidades mayas” de Guatemala. Pero su alianza electoral con el abogado Baldizón para frenar a su contrincante no tuvo éxito.

Lo cierto es que desde que se retiró hace 11 años del ejército, Pérez Molina ha sido señalado por su participación en el Ejército, primero como comandante y luego como Director de Inteligencia Nacional.

En una entrevista reciente con BBC Mundo rechazó las acusaciones de violación de derechos humanos hechas por activistas locales y organizaciones no gubernamentales en Estados Unidos, que solicitaron al Comisionado contra la Tortura de Naciones Unidas investigar el papel de Pérez Molina durante la guerra civil.

“Han sido señalamientos de grupos muy pequeños que no han sido capaces de presentar ninguna prueba o ganar ningún juicio. Y ahora quieren levantar el fantasma de que hubo violaciones de derechos humanos, que estuve involucrado…”, aseguró durante la campaña.

“Fracaso de los civiles”

Aunque el futuro presidente promete unidad y reconciliación, prefiere no hablar abiertamente de su pasado.

Dado su protagonismo en la política nacional desde hace años -ya intentó llegar a la Presidencia hace cuatro años, pero fue derrotado por Álvaro Colom- son pocas las ocasiones en las que al “general”, como todos le conocen, se le cuestiona sobre sus años en el Ejército.

Pero ahora que ya acaricia el más alto cargo de su país todos se hacen preguntas. ¿Servirá de algo tener a un ex general para frenar al crimen? ¿Qué representa el regreso de una persona de formación militar al poder en Centroamérica?

Por un lado, su triunfo significa que “los políticos civiles no han sido capaces de solucionar los problemas estratégicos del país: seguridad, empleo y modelo de desarrollo”, aseguró a BBC Mundo el académico Edmundo Urrutia, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).

“Por otro -dijo el analista- la sensación que se ve en los grupos de izquierda es que se les cerrarán puertas e incluso hay quien habla de persecución. Creen que con Pérez Molina se les acabará la primavera de la que gozaron con Álvaro Colom, aunque siempre puede dar alguna sorpresa”.

Fuente: BBC