Gisela Peraza Villa fue ama de llaves de la familia del gobernador de Sonora y éste la acusó de robo, la torturó y la encerró 4 años en la cárcel.
Luego de ser liberada la semana pasada, Gisela asegura que se siente más fuerte pero que vive conb temor de las represalias que pueda tener contra ella o su familia el gobernador de la entidad.
La mujer, quien hoy tiene 30 años, fue ama de llaves de la familia Padrés durante siete e incluso vivía con ellos; entre sus labores estaba cuidar a los hijos de la pareja conformada por Guillermo Padrés e Iveth Dagnino Acuña.
Las cosas cambiaron el domingo 13 de marzo de 2011, cuando sus jefes la acusaron de robar una maleta con dinero y joyas, le quitaron sus teléfonos y la encerraron en su cuarto en la Casa de Gobierno.
Al día siguiente, policías llegaron por ella, la esposaron y se la llevaron; según la investigación de la CNDH, fue interrogada, golpeada e insultada para que aceptara el robo; también la amenazaron con hacerle daño a su familia.
Su abigado José Antonio Ortega deja la pregunta en el aire: ¿Qué sabe o qué vio que desató la ira de Padrés?