Gobierno de Peña Nieto: Campo productivo

La prioridad es la seguridad, no cabe duda. Empero el equipo de trabajo del Presidente Electo Enrique Peña Nieto, con visión y previsión, focaliza y evalúa las alternativas y opciones viables para enfrentar la mayor amenaza que vive el mundo: la crisis alimentaria, la hambruna y la falta de alimentos. Para modernizar el campo para lograr la autosuficiencia alimentaria de México habrá que rediseñar la estrategia y adelgazar la costosa estructura burocrática, cuyo gasto impide invertir más en infraestructura y tecnología. Duplicar la producción actual con la misma tierra y la misma agua, con menos burocracia es el gran reto.

El campo se encuentra desmantelado, atomizado y abandonado a disposición de una excesiva burocracia que sigue acrecentando y exprimiendo los presupuestos federal y estatales, simulando y magnificando la producción (SAGARPA, Distritos y Unidades de temporal, SRA, SEMARNAT, CNA, RAN, ASERCA, FINRURAL, PRONAFOR, PROCURADURÍA y TRIBUNALES AGRARIOS, ESTRUCTURAS DE GOBIERNOS ESTATALES…), y que viven de los campesinos y de los subsidios que a estos les otorga el gobierno federal (POCAMPO, PROGAN, DIESEL, AGRICULTURA POR CONTRATO, PESCA…) con padrones inflados y trabajos ficticios, de los cuales los principales beneficiarios son los miembros de dicha burocracia y desde luego los infalibles líderes agrarios.

La población económicamente Activa del Campo en los diez últimos años pasó de 17.6% a 13.1%. Los campesinos ejidales beneficiarios del histórico primer reparto agrario se encuentran en retiro y muchos ya murieron y, sus hijos ya no quieren sembrar, prefieren vender las tierras y migrar al país del norte o dedicarse a actividades más productivas, como el narco y la burocracia sigue vigente y rozagante. Pese a que se han destinado miles de millones a combatir la pobreza en el campo, ésta se ha duplicado en los recientes doce años.

Al iniciarse el gobierno de José López Portillo (1976-1982) la Secretaría de Recursos Hidráulicos (fundada en 1946) con prestigio internacional se fusionó a la de Agricultura y se creó la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (1976). La medida lejos de beneficiar al campo, resultó nociva acelerando su declive:

  • Los recursos destinados año con año para las obras de pequeña y grande irrigación se destinan a múltiples estudios inservibles, supervisiones y falsas reparaciones de pozos y maquinaria, amén de que enormes cantidades desviaron a magnificar la burocracia improductiva:
  • Se crearon los distritos y unidades de temporal, cuyos empleados son los principales beneficiarios de los múltiples subsidios al campo.
  • Hay que agregar burocracias similares de los gobiernos estatales que duplican las funciones y los gastos.
  • Los distritos y unidades de riego se entregaron al aventón a los productores, con las consecuencias negativas conducentes.
  • La producción en el campo crece, sólo en el papel:
  • La superficie cultivable nacional en teoría es de 22 millones de hectáreas.
  • De la cual 16.5 millones hectáreas, son de cultivo de temporal.
  • La superficie agrícola de riego es de 5.5 millones de hectáreas, que es la que realmente produce.
  • El maíz es el cultivo más importante:
  • Se producen teóricamente 18 millones de toneladas en una superficie de 8.5 millones de hectáreas.
  • Alrededor del 90 por ciento de la producción es de maíz blanco y se destina al consumo humano.
  • Presenta un mayor número de productores, 3.2 millones, en su mayoría ejidales (existen 4 millones de productores agrícolas en el país).
  • Crecen verdaderamente las importaciones anuales de granos y alimentos que son del orden de 25 a 30 millones de toneladas.
  • Los expertos afirman que sólo duplicando la producción, se garantiza la suficiencia alimentaria de México.

Ya veremos

José Sánchez Talavera
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