“Agradezco a los agentes que lo detuvieron, permitiendo a los italianos pasar una Navidad serena. Tener un nivel adecuado de seguridad no es simple, pero nosotros lo estamos logrando”, añadió el ministro.
Insistió que en Italia existe “un nivel elevado de control del territorio que permite identificar y neutralizar a un hombre en fuga porque es buscado (por la justicia)”.
“El autor del atentado de Berlín, Anis Amri, buscó refugio en Italia y llegó a Sesto San Giovanni (Milán). Bajó de un tren que tomó en Francia y cayó en un control de la policía”, explicó Minniti.
Dijo que a las tres de la madrugada de este viernes dos agentes lo interceptaron por la calle y le pidieron los documentos de identidad, a lo que respondió extrayendo una pistola y abriendo fuego.
“El agente Cristian Movio fue alcanzado y ahora se encuentra en el hospital pero su vida no está en peligro, mientras que Luca Scatá, el segundo policía, resultó ileso. Ellos lo mataron en respuesta”, señaló.
El ministro expresó su ”total satisfacción” por lo sucedido y dijo haber informado a las autoridades alemanas.
Según los análisis de la Dirección de Investigaciones Generales y Operaciones Especiales (Digos) de la policía, coordinados por el jefe del servicio antiterrorismo milanés, Alberto Nobili, el tunecino tomó un tren en la localidad francesa de Chambery, desde donde llegó a Turín y de ahí viajó a Milán.
Arribó a la estación central de trenes de esa ciudad en torno a la 01:00 horas de este viernes para después trasladarse al barrio de Sesto San Giovanni, donde fue interceptado por los agentes cuando caminaba a pie.
Antes de viajar en 2015 a Alemania, donde realizó el atentado, Amri estuvo encarcelado cuatro años en las ciudades italianas de Catania y Palermo por haber participado en el incendio de un centro de acogida para inmigrantes en la isla de Lampedusa.
El hombre, de 24 años, desembarcó en las costas italianas en 2011, en el marco de la llamada Primavera Arabe, y según el diario La Repúbblica en Túnez había estado en la cárcel por tráfico de droga, razón por la cual escapó hacia Europa.
De acuerdo con el cotidiano, fue en la prisión donde el tunecino abrazó el radicalismo islámico e, incluso, amenazó de muerte a un cristiano con el que compartía la celda.
El hombre fue expulsado de Italia en el verano de 2015 y de ahí viajó a Alemania, donde pidió asilo, que no le fue concedido pues ya era considerado peligroso.
En territorio germano el tunecino entró en relación con el imán extremista Ahmad Abdulazis Abdulá, en la ciudad de Hildeshiem y a través de internet se puso en contacto con el grupo terrorista Estado Islámico.
Las autoridades alemanas habían decretado su expulsión para este mes.