El Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense publicó un reporte en el que analiza la estrategia del gobierno ruso para influir en procesos electorales en el mundo.
“Revela el alcance de los esfuerzos de Vladimir Putin, sus peculiarísimas motivaciones y, sobre todo, el arsenal a su disposición”, asegura León Krauze en su columna en El Universal.
El estudio concluye que Putin ha dedicado un par de décadas a erosionar la incipiente democracia rusa para beneficio suyo. Se demuestra lo que diversas agencias de seguridad y organizaciones periodísticas han concluido sin lugar a dudas desde hace tiempo: las huellas de la Rusia de Putin están en la batalla por el Brexit en Gran Bretaña y en las elecciones en una veintena de países como Francia, Holanda, Italia, España y en Estados Unidos.
El reporte del Senado estadounidense prevé que Vladimir Putin continúe consolidando una maquinaria propagandística sofisticada que le permita socavar la democracia de países vulnerables.
¿Cómo se infiltran?
La polarización del electorado, la erosión de la discusión pública mediante la desinformación, son el “campo fértil” para los rusos.
Usan estrategias en redes sociales para desprestigiar y atacar a periodistas y medios de comunicación.
El Senado de Estados Unidos comparte una lista de recomendaciones que van desde fortalecer los sistemas de seguridad cibernética hasta respaldar la construcción de instituciones democráticas confiables o sancionar con mayor severidad a Rusia.
Las autoridades electorales y otros actores de la vida pública mexicana deben tener los ojos bien abiertos para encontrar rastros de los métodos que describe, a detalle, el estudio del Senado estadounidense; para no permitir la intromisión de Rusia en las elecciones de este 2018.