Gritos humanos son “ásperos” y dañan el cerebro del receptor

Un grito humano sacude profundos recovecos del cerebro, investigadores que exploraron cómo maneja el cerebro un grito dijeron que el sonido alto y agudo afecta a una estructura llamada amígdala que juega un papel importante en el procesamiento del peligro y el aprendizaje sobre el miedo.

“Sabíamos muy bien qué frecuencias se usan en el habla y las regiones cerebrales involucradas en el procesamiento del habla”, comentó el neurocientífico de la Universidad de Ginebra Luc Arnal, cuya investigación fue publicada en la revista Current Biology.

Los investigadores dijeron que lo que distingue a los gritos de otros sonidos es una cualidad acústica llamada “aspereza”, que es el cambio rápido en el volumen del sonido.

“Los patrones normales del habla sólo tienen leves diferencias en volumen, entre 4 y 5 Hercios (ciclos de ondas de sonido por segundo), pero los gritos pueden tener una modulación muy rápida, que varía entre 30 y 150 Hercios”, sostuvo Arnal al explicar la “aspereza” de los gritos.

Reprodujeron grabaciones de gritos de películas de terror, videos en YouTube y los registrados por voluntarios en un laboratorio y pidieron a la gente que juzgara qué tan aterradores eran.

Aquellos con la más alta “aspereza” resultaron ser los más aterradores.

Descubrieron que los gritos aumentan la activación de la respuesta al miedo en la amígdala, una estructura con forma de almendra localizada al interior del lóbulo temporal medio del cerebro.

La recomendación es no gritar, y hablar de manera menos ruda, para proteger.