Al presentar su informe anual ante la Cámara de Diputados, el presiente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México, Raúl González Pérez, afirmó que “la Guardia Nacional es una apuesta riesgosa”.
“México necesita mayor y mejor seguridad, pero no a cualquier costo y no de cualquier tipo”, dijo González.
El defensor de los derechos humanos en México, pidió al gobierno de Andrés López Obrador, que no renuncie a que la seguridad pública esté en manos de un organismo de carácter civil.
“Por graves y apremiantes” que sean las condiciones de inseguridad, no se debe renunciar a la “institucionalidad civil”.
González Pérez señaló que si a las Fuerzas Armadas “se les deposita como potestad esencial el monopolio estatal del uso de la fuerza, existe el riesgo de que, en la práctica, dejen de existir incentivos reales para que una vez superados los estados de emergencia, renuncien a tales potestades a favor de la autoridad civil”.