Un grupo de arqueólogos encontró recientemente la estatua del faraón egipcio Amenhotep III, en su templo fúnebre de la ciudad sureña de Luxor, según informó el martes el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto.
La estatua, de 13 metros de altura, es uno de los hallazgos más grandes de la historia. Flanqueaba la entrada del templo, de 3 mil 400 años de antigüedad, ubicado al Este del río Nilo.
Abdel-Ghaffar Wagdi, quien supervisa la excavación, dijo que había dos estatuas más por ser develadas: del dios Toth, con cabeza de babuino, y otra de la diosa Sekmet, con cabeza de leona, ésta con una altura de 1.85 metros.
La efigie del faraón está construida con siete bloques de cuarcita y carece de cabeza. Fue hallada por primera vez y ocultada de nuevo en 1928.
Amenhotep III gobernó en el siglo XIV a.C y fue abuelo de Tutankamón. Su mandato se dio dentro del periodo del Nuevo Imperio, que se extendía desde Nubia, hacia el Sur, y hasta Siria, hacia el Norte.
Desde 2009, arqueólogos han encontrado diversos artefactos y esculturas en la zona.
Fuente: Milenio
