Hallan estela de jugador de pelota con más de 1,000 años de antigüedad

Una estela grabada con la efigie de un jugador de pelota, la cual podría superar los mil años de antigüedad, fue descubierta recientemente en el sitio prehispánico de Piedra Labrada, en el municipio de Ometepec, Guerrero.

Este elemento formaba parte de uno de los cinco espacios registrados en el área, dedicados a la práctica de este antiguo ritual, y que son de los más grandes hasta ahora localizados en la región de la Costa Chica.

El hallazgo tuvo lugar hace unas semanas, cuando miembros de la comunidad asentada en las inmediaciones del lugar instalaban un tubo de agua, acontecimiento que fue reportado al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en esa entidad.

De acuerdo con el arqueólogo Pablo Sereno Uribe, responsable de la investigación en Piedra Labrada, “se trata de la representación de un jugador de pelota decapitado, tiene los brazos cruzados sobre el pecho y las piernas están un poco encorvadas; se observan atavíos como un casco, un yugo a la altura de la cintura y piedras redondas o chalchihuites en las orejas”.

La estela —labrada en granito— se halló fragmentada en dos partes; sus dimensiones son de 1.65 m de largo y 50 cm de ancho. Por la cercanía de Piedra Labrada con Oaxaca, se estima que la filiación cultural del monumento es mixteca; aún no se ha precisado su fechamiento exacto.

El elemento se descubrió en la sección norte de la zona, donde se ubica uno de los juegos de pelota más grandes, se trata de una cancha en forma de “I”, cuya longitud de cabezal a cabezal es de 40 m, aproximadamente. Dicho personaje tiene una base que denota que estuvo empotrado a dicho espacio como parte del paisaje arquitectónico, y posteriormente fue decapitado y sepultado durante un ritual efectuado en tiempos prehispánicos.

“Dada la importancia de la pieza y del contexto que la rodea se propondrá al Consejo de Arqueología del INAH un proyecto para excavar el área a fin de ubicar materiales cerámicos que contribuyan a ampliar el conocimiento sobre su temporalidad y origen. Actualmente la estela se resguarda en la comisaría municipal”, abundó el arqueólogo del INAH Guerrero.