¿Hay Nueva Izquierda en México?

Durante la campaña presidencial, el actual presidente del PRD, Jesús Zambrano, jugó su papel como oposición, al ver que el panorama electoral se inclinaba en favor de Peña Nieto, su estrategia, lógica, se basó en poner sobre la mesa los riesgos del regreso de un antiguo régimen autoritario, el que había gobernado al país durante más de 70 años, el PRI.

Al ganar el PRI las elecciones presidenciales, no así la mayoría en ambas cámaras, llegaron nuevos tiempos, tiempos que nos convocaban a anteponer las coincidencias a las diferencias, a no dividir a México, a trabajar por un bien superior.

La dirigencia del PRD se enfrentó en una disyuntiva más allá de la derrota electoral, trabajar desde su trinchera como una oposición radical y destructiva para que el país continuara bajo la misma tónica, como lo proponía López Obrador y las otras corrientes internas, o sumarse a la posibilidad de transformar a México participando en la agenda nacional.

Para fortuna de todos los mexicanos, la dirigencia del PRD, así como la del PAN aclaro, optó responsablemente por la segunda opción, definitivamente era un gran reto y Zambrano sabía perfectamente que al interior de su partido había corrientes que lo criticarían, descalificarían y buscarían destituirlo, aun así se la jugó, el Pacto por México se firmó y sigue funcionando, a pesar de los embates que ha recibido a diestra y siniestra.

Equivocadamente hay quien sigue afirmando que el Pacto por México ha debilitado al Congreso y con esto ha dejado fuera de las reformas a la representación ciudadana, como si las propuestas y reformas emanadas del pacto no pasaran por las Cámaras.

¿Se les olvida que tienen que ser discutidas y votadas en ambas cámaras, como lo marca nuestra constitución, para que se promulguen?

Además pueden y deben ser enriquecidas y modificadas por los diputados y senadores, tanto las iniciativas como las leyes secundarias autorizadas por los legisladores son las que le dan la verdadera trascendencia a las reformas.

Las iniciativas de reformas emanadas del pacto son eso, iniciativas, no decretos y dependen del aval de los legisladores, ya basta de especular.

Yo creo que se acabaron los tiempos donde ser de oposición es “oponerse a todo” como el origen de la palabra supone, ni acusar de “traidor” a todo aquel que difiere contigo; ser de oposición debe de ser actuar responsablemente, debatir, razonar y convencer sin coerción al que no opina como tú, como acaba de suceder con la Reforma Hacendaria, nadie puede negar que ha sido el PRD quien puso sobre la mesa el tema de no gravar con IVA las medicinas y los alimentos, por mencionar uno en particular, eso es ser oposición constructiva, concepto, que desde mi punto de vista, entendió Jesús Zambrano y la Nueva Izquierda que representa, a pesar del costo político interno que le ha generado, por lo que a título personal se lo agradezco.

Desde mi personal punto de vista, la ecuación de la política, la democracia y la legislación en México, hoy, no podría funcionar con una izquierda que no sepa dialogar, ni sentarse a la mesa, una izquierda que siga fomentando grupos clientelares como la CNTE para reforzar sus estructuras y para desestabilizar al amigo y enemigo, o una, que si no llega al poder, emigrará para engordar el sectario caldo moreno.

Dato duro:

En conferencia de prensa, el pasado lunes en Morelia, el representante de la corriente Democracia Social y aspirante a la dirigencia del PRD, Carlos Sotelo, afirmó que, al aproximarse la convocatoria del Consejo Nacional y la renovación de su dirigencia, “el PRD está obligado a rectificar y corregir decisiones equivocadas que, entre otras cosas, propiciaron la división y el debilitamiento del partido”.

Así, aseguró que el Pacto por México, suscrito por el actual presidente del PRD, “termina en diciembre” de manera definitiva, con la sucesión de Zambrano.

Primero tendrán que ser las elecciones y luego las decisiones, o es el mundo al revés?

Pregunta: ¿De qué me van a acusar en esta ocasión?

Lic. Rafael Zaga @razagave