¿Hay peligro de que el virus del Ébola llegue a otros continentes?

Para los científicos que rastrean el mortal virus del Ébola en África Occidental, el tema no es la complejidad virológica y genotípica del mal, sino el modo en que los organismos contagiosos -como los humanos- usan aviones, bicicletas y taxis para trasladarse.

El peligro de que el virus llegue a otros continentes es bajo, según los epidemiólogos. Lo que sí es vital es el seguimiento de toda persona que haya tenido contacto con un infectado, para así ganarle la delantera al brote de África Occidental. Y hacerlo muchas veces implica conseguir información aparentemente rutinaria sobre la vida de las víctimas.

En Nigeria, que tuvo un caso importado del virus en un paciente liberio-norteamericano que voló a la ciudad de Lagos esta semana, las autoridades tendrán que rastrear a todos los pasajeros y a todos los que se hayan cruzado en el camino del infectado para impedir un brote como el que han sufrido otros países de la región.

El brote en África Occidental, que comenzó en Guinea en febrero, ya se extendió a Liberia y Sierra Leona. Con más de 1300 casos y 728 muertos, es el brote más grande desde que el virus del Ébola fue descubierto, hace casi 40 años.

Sierra Leona declaró el estado de emergencia sanitaria para frenar el avance de la enfermedad, mientras que Liberia cerró escuelas y puso en cuarentena a algunas localidades.

Los casos de Ébola en Liberia ya suman 249, incluidas 129 muertes, según los últimos datos de la OMS, aunque no todos esos casos están conectados con el caso de la mujer que fue al mercado en Guinea.

Gathered señaló que si bien el Ébola no se contagia por el aire y no es considerado una enfermedad “supercontagiosa”, los viajes transfronterizos pueden facilitar mucho su diseminación. “Son una de las razones por las que se extienden de esta manera las infecciones”, dijo.

Según los infectólogos, el riesgo de que el virus del Ébola se abra camino fuera de África, hasta Europa, Asia o el continente americano, es muy remoto, en parte debido al proceso agudo de la enfermedad y a sus letales características.

El momento en que un paciente es más peligroso es cuando la fiebre hemorrágica del Ébola ya está en su etapa terminal, generando sangrado tanto interno como externo, con profusión de vómitos y diarreas, todos fluidos con altas concentraciones de virus contagiosos.

Quien esté en esa etapa de la enfermedad ya está cerca de la muerte, y probablemente demasiado enfermo como para viajar, dice Bruce Hirsch, experto en infectocontagiosas del Hospital de la Universidad North Shore, en Estados Unidos.

 

Fuente: La Nación