Rodolfo Becerra López, un hombre de 76 años, protagonizó una historia que podría ser sacada de una película hollywoodense.
El hombre, debido a su edad, padece de demencia senil, y suele olvidar las cosas.
Mientras su familia se encontraba rezando un novenario ante sus cenizas, su hijo recibió una llamada en la que le decían que su padre estaba en casa. “Creí que era una broma de mal gusto”, aseguró, y no lo creyó hasta que no lo vio con sus propios ojos.
El supuesto occiso acudió a la Procuraduría de Justicia de Jalisco para revocar su propia acta de defunción y explicar lo sucedido:
Don Rodolfo salió de su casa el 24 de julio, y su familia no volvió a saber de él. Mientras paseaba cerca de Mazamitla, durmiendo en parques y comiendo en la calle, su familia recibió una llamada de la Cruz Roja en la que le informaban que un hombre con las características de don Rodolfo, había muerto atropellado en Guadalajara.
Debido al gran parecido físico, la familia pensó que efectivamente se trataba de su pariente.
Hasta que el señor Becerra decidió regresar a su casa, e incluso contó que discutió con el taxista que lo llevó por cobrarle de más.
Ahora, en el Servicio Médico Forense, permanecen las cenizas del atropellado, esperando ser reclamadas.
Fuente: Excelsior
