En un video para el programa NRK Viten, un físico noruego se atreve a ponerse delante de un rifle en una piscina a tan solo una distancia de unos cinco metros.
Él mismo, con un simple mecanismo de una cuerda atada al gatillo del arma, se dispara y… no pasa nada!
La razón es que el agua ofrece tanta resistencia al proyectil que apenas recorre un par de metros y cae al fondo.
Es es mucho más difícil moverse a través de las moléculas de agua que de las moléculas de aire.