Homenajean a Fernando Benítez en Bellas Artes

Ahí estaba el hermanito, en su memoria, en sus recuerdos, en cada una de las anécdotas, la más de las veces divertidas: pocos como Fernando Benítez (1912-2000) podían convocar a tantos en la mesa, pero también enfrente de ella, ahora que se le rindió un homenaje en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, para celebrar que está próximo —el 16 de enero— el centenario de su nacimiento.

Una sesión repleta de anécdotas que buscaban reflejar el carácter de Benítez, el creador de suplementos fundamentales como México en la Cultura, La cultura en México o Sábado, en los cuales, además, se formaron algunos de los escritores y artistas que hoy día resultan referentes, entre ellos Carlos Fuentes, José Emilio Pacheco o Vicente Rojo, quienes encabezaron el cartel de amistades reunidas en Bellas Artes.

En el acto, en el que también estuvo presente Fernando Canales, un amigo del periodista durante medio siglo, Carlos Fuentes aseguró que el mejor homenaje que se le puede rendir a quien se decía orgulloso de ser periodista, “el creador del periodismo cultural moderno en México”, es volver a leer su obra, porque sería como acercarse al siglo XX en México.

“‘Hermanito, me dijo un día, ya no escribiré más novelas. No puedo competir con García Márquez. Se equivocaba, la obra de Benítez es tan vasta y multitemática como aquí se ha querido consignar y a los 100 años de su nacimiento, el mejor homenaje es volverlo a leer, es como leer el siglo XX mexicano: Benítez, nuestro amigo, nuestro hermano”, destacó el narrador.

Desde la perspectiva de José Emilio Pacheco, no se puede concebir al México contemporáneo sin los suplementos de Benítez, de ahí su convencimiento de que la memoria de nuestro país tiene una deuda con él.

“Siempre me ha conmovido pensar que Fernando Benítez fue el continuador de Ignacio Manuel Altamirano, quien sobre la patria en ruinas luchó por levantar el edificio de las letras y de las artes, como una respuesta y una barrera contra ola de sangre y de barbarie”, dijo.

La vitalidad de Benítez

Otro de los personajes que pasó muchas horas al lado de Fernando Benítez fue Vicente Rojo, quien en la sesión de homenaje pareció escribirle una carta, en la que le recordó que estaba en el mismo escenario donde décadas atrás se había dado el “máximo” fracaso del teatro mexicano, “el estreno de tu obra, Cristóbal Colón, una conmemoración histórica, la de los 400 años de la universidad, para entonces ya autónoma.

“Cinco largas e interminables horas, pero recordaste con particular humor cómo, detrás de la primera fila, ocupada por los rectores invitados de las principales universidades del mundo, sentaste al ramillete completo de las damas que habían sido tus novias”, dijo.

Una relación formada por las letras y las imágenes, quizá por ello Vicente Rojo basó su evocación en recortes y en fotografías, en particular de la memoria, como al recordar los días en que Fernando Benítez se intentaba recluir en el observatorio de Tonantzintla, invitado por Guillermo Haro.

En la celebración, el empresario Carlos Slim recordó los múltiples viajes que emprendió junto con Benítez y la vitalidad y conocimiento que solía aplicar en cada uno de los recorridos —“cada viaje era una lección de vida”—, aunque su mayor lección, además de la alegría, era su “gran amor por la vida y por México”, aseguró.

Fuente: Milenio