El concepto surgió en el 2005, cuando en la Universidad de Cardiff se anunció una fórmula para darle fecha al día en que más tristeza se acumula.
Básicamente el tercer lunes de enero las personas tienden a deprimirse. Regresamos a la rutina, checamos las deudas adquiridas, empieza a pesar la cuesta de enero y la ropa no nos cierra.
Estamos desmotivados por los propósitos de año nuevo incumplidos, por los kilos acumulados en los excesos de alimentos y bebidas del mes anterior. Agreguen que el frío no ayuda.
¿Qué hacer para que no te afecte?
1. No le des importancia. Erradicar pensamientos negativos.
2. Realizar una actividad placentera: pasear, escuchar música, ir al cine, dibujar o reunirte con amigos.
3. Sal a caminar. Abrígate por el frío.
4. Usa la ropa que más te guste, con la que te sientes mejor.
5. Contacto humano, de cualquier tipo, desde un abrazo a hablar con alguien.
6. Planifica tu siguiente fin de semana. Actividades que te resulten agradables.