HSBC contratará a Jim Comey, que fue vicefiscal general estadunidense del 2003 al 2005, quien tiene un historial de lucha contra cárteles de drogas para ayudar al banco a evitar faltas en sus controles contra el lavado de dinero, como las que lo llevaron a pagar una multa de mil 900 millones de dólares.
Comey se integrará a la institución financiera en marzo como director no ejecutivo y será un miembro de un nuevo comité para combatir el crimen financiero.
La multa, la más grande pagada por un banco, fue el resultado de una larga investigación estadunidense sobre las operaciones de HSBC en México y Estados Unidos que culminó el mes pasado con una intensa crítica a los sistemas usados por la entidad financiera para detener capitales del crimen organizado que fluían por sus cuentas.
Comey será acompañado por otros dos funcionarios no ejecutivos –Rona Fairhead y Simon Robertson– y cinco asesores independientes, entre ellos Bill Hughes, un ex jefe de la Agencia de Crimen Organizado Grave de Gran Bretaña, y Dave Hartnett, que se retiró el año pasado como secretario permanente de impuestos en la autoridad tributaria de Gran Bretaña.
El comité ayudará a HSBC a cumplir con normas de transparencia y adecuación impositiva, la prevención del financiamiento del terrorismo y de la asociación con actividades ilegales del narcotráfico.