Los expertos coinciden que hasta la edad de tres años lo más habitual es que los niños ensayen con ambos lados de su cuerpo. A partir de aquí, la mano con la que tome el lápiz dictaminará si eres diestro o zurdo.
El organismo presenta otra serie de asimetrías un poco más desconocidas de los normal. El término que las engloba recibe el nombre de lateralidad y no es otra cosa que la preferencia que manifiestan los seres humanos por un lado de su propio cuerpo.
Sin embargo, no siempre se es diestro o zurdo en totalidad. Prueba de ellos es que a pesar de la mayor concordancia entre mano y pies, también existen otros órganos que entran dentro de la mencionada lateralidad como ojos u oídos.
En relación a los ojos, para saber cuál es “el ojo dominante” debes realizar un sencillo experimento:
1. Colócate en una postura relajada y ten la vista bien despejada. Ahora centra la mirada en un objeto concreto situado a tres o cuatro metros de distancia.
2. Después extiende un brazo y con el dedo índice señala el punto previamente marcado.
3. Con los ojos abiertos y el dedo apuntando al objetivo fijado por la vista, es el momento de saber cual de los dos “manda” en el cerebro.
4. Primero guiña un ojo y después haz lo mismo con el otro. En una de las dos acciones comprobarán que sin mover el brazo, el dedo ya no señala lo mismo que antes debido a que el campo visual se ha desplazado. Sin embargo, con el otro (el ojo dominante) mantendrán la misma visión que sin cerrar ninguno.
Puedes repetir tantas veces la prueba como quieran, pero deben saber que el resultado siempre será el mismo, de la misma forma que la mayor parte de las personas no saben escribir con la mano “mala” o marcar un gol con la pierna “menos habitual”.
Fuente: Quo.es