A evangelizar casa por casa se comprometieron los obispos con el papa Benedicto XVI ante la pérdida creciente de fieles, por lo tanto, la jerarquía católica se ha visto obligada a salir a las calles e implementar estrategias basadas en actos masivos.
La razón: los creyentes desilusionados engrosan las filas de nuevos movimientos religiosos que registran un crecimiento constante y que le quitarán terreno al catolicismo, pues para el año 2040 se calcula que sólo 67% de los mexicanos seguirán esta religión, mientras que actualmente se encuentran en 83%.
La baja de fieles de 83% a 67% en tres décadas significa que la Iglesia católica perdera 19.3% de los fieles que tiene actualmente.
La preocupación de los líderes católicos por la pérdida de fieles, se refleja no sólo en la falta de interés de los asistentes a los ritos religiosos, sino también en la baja en las cifras de bautismo, primera comunión, confirmaciones y matrimonios.
El sociólogo Elio Masferrer, académico de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, menciona que el catolicismo va en declive y prevé que de continuar esa tendencia, en el 2040 los católicos descenderán a 67% y las disidencias religiosas alcanzarán 33%.
Desde hace 21 años, la disminución de los bautizos empezó a registrarse, pues en 1980 se ubicó en 2 millones 29 mil casos, para 1990 descendieron a un millón 968 mil y en el año 2000 fueron un millón 921 mil ceremonias, según el Anuario Estadístico de la Iglesia católica.
El descenso más agudo se dio en matrimonios y confirmaciones, de los primeros en el 2000 se registraron 3 mil 867, mientras que en 2008 se ubicaron en 2 mil 339. Por esa situación en algunas iglesias se les ofrece el “paquete completo”, que consiste en que si se van a casar, de una vez se bautizan, hacen su primera comunión o se confirman.
Para Elio Masferrer la baja de católicos se debe a la entronización de un Episcopado conservador y tradicionalista que deja “a la Iglesia paralizada ante los cambios sociales, políticos, económicos y culturales”.
El especialista remarcó sobre el tema que los obispos han “evidenciado su incapacidad para comprender los nuevos signos de los tiempos”.
Fuente: Milenio
