El pasado 20 de febrero, cientos de manifestantes fueron dispersados por la policía china después de que fueron convocados, de manera anónima, a realizar de manera pacífica “protestas Jazmín”, imitando a las recientes manifestaciones en los países árabes.
Ante estos hechos, el gobierno ha llevado a cabo una campaña sin precedentes de censura y acoso a los activistas por los derechos humanos en este país. Palabras como “jazmín”, “Túnez”, “Libia”, “Egipto” o “democracia” han sido bloqueadas en el internet, así como cualquier cosa relacionada con las protestas.
Varios activistas han sido víctimas de interrogatorios y arrestos domiciliarios.
Mientras tanto, los organizadores de estas protestas aseguran que las organizarán cada mes, para exigir que el gobierno acabe con la corrupción y sea “supervisado por el pueblo”.
Fuente: Agencia EFE