Implementación de las reformas es el reto para el 2014: Videgaray Caso

Luis Videgaray Caso nombrado el mejor ministro de Finanzas de América Latina durante el 2013, de acuerdo con el ranking de la revista AméricaEconomía, que evalúa la gestión de los ministros conforme el desempeño de cada país en cuanto a las principales variables macroeconómicas.

En la entrevista que otorgó a los medios especializados: El Economista y AméricaEconomía, aliados estratégicos en la generación de información en economía y finanzas, Videgaray cuenta sobre los principales retos que enfrentó durante el 2013, la relación de México con los países de América Latina y de los beneficios que dejarán las reformas constitucionales en el país.

—México comenzó el 2013 viviendo el ‘mexican moment’ y lo cerró con la aprobación de la Reforma Energética. ¿Cómo fue el año en la Secretaría de Hacienda?

—Con mucha claridad en el rumbo del presidente Enrique Peña Nieto. Desde el principio de su mandato dijo a todos los mexicanos ‘Llego a la Presidencia para transformar al país no para administrar al gobierno’. Transformar implica mover muchas cosas y vencer resistencias. Requiere una intensa negociación para enfrentar oposición a los cambios que se requieren. Al final de este 2013 lo que tenemos como resultado es un proceso profundo de transformación a nuestra Constitución en materias que abarcan la educación, las telecomunicaciones, la competencia económica, el sector financiero, las finanzas públicas y, desde luego, el sector energético. El balance que podemos hacer sobre el 2013 es que fue un año que estuvo a la altura de las expectativas en cuanto a la profundidad de estas transformaciones.

—De la jugada de pizarrón a la jugada en el terreno, ¿que aprendió el secretario de Hacienda?

—Nunca las jugadas de pizarrón son como se planean, ni en el futbol ni en la administración pública o en la política. Siempre hay una gran diferencia en la estrategia desde cuando está siendo planeada a cuando está siendo implementada.

Este año aprendimos la importancia de tener objetivos claros y metas específicas. Segundo, la importancia del diálogo, de escuchar a todas las voces y de hacer esfuerzos genuinos para la inclusión de las ideas de quienes no necesariamente piensan igual que uno para construir una agenda común.

El principal aprendizaje que tenemos del Pacto por México es precisamente el que sí se puede construir una agenda conjunta con las distintas fuerzas políticas que compiten en las elecciones. Se puede trabajar en equipo cuando se tiene la disposición de poner los intereses del país por encima de los intereses partidistas.

—Vistos desde la perspectiva de la Secretaría de Hacienda, ¿cuáles fueron los mejores y los peores momentos del 2013?

—Los mejores momentos fueron los relacionados con la aprobación de las reformas. Estos momentos nos contagiaron de entusiasmo y nos motivan para seguir trabajando hacia adelante. El momento más difícil del 2013 fue a mediados de septiembre con las lluvias inesperadas, que fueron catastróficas para algunos estados, particularmente el estado de Guerrero. Esta situación implicó un reto muy importante, desde movilizar recursos de cercanía y atención inmediata a miles de mexicanos que vivieron una situación sumamente compleja.

—¿Cómo describe la Secretaría de Hacienda de México?

—Es un área fundamental para el buen funcionamiento del Gobierno. Es responsable del dinero que a través de los impuestos aportan los mexicanos para que el Gobierno pueda proveer de bienes y servicios públicos. Es un centro vital de las operaciones del Gobierno mexicano.

La Secretaría de Hacienda juega también un papel muy importante en la supervisión y regulación del sistema financiero mexicano. Prácticamente tiene injerencia todas las decisiones importantes que ocurren en los bancos, las casas de bolsa, las aseguradoras. También es la cabeza de la banca de desarrollo, es decir de los bancos del gobierno que promueven el crédito a las pequeñas y medias empresas, las exportaciones, el campo mexicano. Participa en los consejos de administración de dos de las empresas más grandes de México, Pemex y CFE.

Lo más importante es que la Secretaría de Hacienda es ante todo un gran equipo de trabajo, donde tenemos personas talentosas que llevan años trabajando en una institución que es pilar de la administración pública.

—¿Cómo reparte su tiempo?

—Ese es un reto de quien ocupa la Secretaría de Hacienda. Interactúa con todas las áreas de Gobierno, con todas las entidades federativas y con los sectores productivos. Esto implica que hay que tener claras las prioridades, un sentido de orden en el trabajo y, muy importante, un muy buen equipo como el que ahora tengo.

—¿Cómo ve el 2014?

—Nuestras expectativas de crecimiento para el 2014 son mejores que las que tuvimos en el 2013. Esperamos un entorno internacional más favorable, por el crecimiento de la economía de Estados Unidos. Esperamos también mejores perspectivas para algunos factores internos que en el 2013 representaron un freno al crecimiento económico.

El reto que me gustaría subrayar es la implementación de las reformas. Lograr que estas reformas que ya fueron aprobadas en el Congreso de la Unión tengan muy buenas leyes reglamentarias. Este es el caso de la reforma energética. Se trata de lograr que realmente estén a la altura de las expectativas.

Respecto a las reformas que ya han sido aprobadas por completo en el Poder Legislativo, como la financiera y la educativa, el reto para el Poder Ejecutivo federal es lograr que estas reformas se traduzcan en beneficios concretos para la gente. Es un reto de implementación a 100 por ciento.

—¿Cuánto tiempo tardarán las familias mexicanas en ver los resultados de las reformas en sus hogares?

—Tendrán diferentes procesos de maduración. Algunas tendrán resultados más rápido que otras. Habrá cambios que empezarán a dar resultados muy pronto, por ejemplo en materia de crédito o de generación de empleos. El beneficio fundamental será no solamente en el próximo año, quizá en algunos casos ni siquiera en esta administración (termina en el 2018), sino será un beneficio duradero para las próximas generaciones. Son la pieza fundamental de una estrategia que pretende lograr un crecimiento sostenido y elevado para las próximas décadas. Llevamos 30 años creciendo a una tasa promedio de 2% cada año, es un crecimiento que está muy por debajo de las necesidades y del potencial que tiene la economía mexicana.

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