En la madrugada del viernes comenzó un incendio en el depósito de neumáticos de Seseña, Toledo, del cual, una superficie del 30% está en la Comunidad de Madrid.
Se trata del vertedero de neumáticos más grande de Europa que ocupa once hectáreas y acumula cinco millones de llantas usadas, casi 100.000 toneladas de caucho. Está ubicado a 36 kilómetros al sur de Madrid, a menos de medio kilómetro de la urbanización ‘El Pocero’. Desde el año 2003, el vertedero fue declarado ilegal por no cumplir las normas medioambientales.
50% de la superficie ya ha sido tocado por las flamas, lo que ha generado una gran nube de humo negro visible desde el centro de Madrid.
Según el alcalde de Seseña y fuentes del Gobierno de Castilla-La Mancha, el fuego “ha sido provocado”.
El incendio durará al menos entre una semana y media o dos y “difícilmente” ha sido provocado por causas naturales, según considera el vicepresidente de la Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios (AESPI), Antonio Tortosa.
Decena de Bomberos de la Comunidad de Madrid y del Consorcio de Bomberos de Toledo, así como varios helicópteros, trabajan en la extinción del fuego. Sin embargo, el Gobierno de Castilla-La Mancha elevó a nivel 2 la alerta de emergencias para movilizar un mayor número de recursos más allá de bomberos, helicópteros y miembros de Protección Civil. Dos aviones cisterna con capacidad para 6.000 litros cada uno, ya han sido enviados. Por el momento, el Ejército no intervendrá por tierra.
Hasta ahora, las casas ubicadas en la zona urbana próxima, no se han visto amenazadas. Expertos analizan si el humo puede causar problemas al tráfico ferroviario o aéreo, aunque no se plantea por ahora el desalojo de los centro urbanos próximos.
Un incendio de estas características causa una gran cantidad de carbonilla que afecta las vías respiratorias, así como, un alto volumen de hidrocarburos aromáticos policíclicos, algunos de ellos compuestos cancerígenos.
Según el informe de la Unidad de Análisis y Planificación de Incendios Forestales de Castilla-La Mancha, el pronóstico meteorológico a partir de las nueve de la noche estima que las condiciones de dispersión de la columna de humo son “poco favorables”, es decir, “la concentración de elementos tóxicos a favor de viento y el riesgo de que llegue a la población”, según informa en una nota el Gobierno de Castilla-La Mancha.
Con información e imágenes de El Confidencial y El País
