Un grupo de caridad en Nueva Zelanda está entrenando perros para que puedan manejar.
Los perros aprenden a usar el auto por medio de palabras y premios, primero se les enseña a presionar botones, luego a mover la palanca de velocidades y finalmente a usar el volante.
Esto se ha hecho para demostrar que los animales pueden ampliar sus facultades como perros de rescate.