Foto: Smartpty
Todos los consumidores de los productos Intel se quedarán, una vez más, boquiabiertos. Su último producto, “Museum of Me”, significará, para muchos, una tremenda satisfacción a su egocentrismo. Y es que la empresa en cuestión se ha juntado con Facebook para emprender un proyecto súper original: un museo dedicado a cada usuario de la red social.
Todo aquél que tenga una cuenta en Facebook podrá acceder, cuando lo desee, al sitio web intel.com/museumofme. En ese momento el usuario tendrá que aceptar, si lo desea, conectarse a la página con su cuenta de Facebook. Dependiendo de cuánta información posea el usuario en su cuenta, el programa tardará unos instantes en cargar. Entonces, el sujeto frente a la computadora estará frente a lo que, tal vez, ha sido uno de sus más ególatras sueños: un museo seccionado, como los reales, dedicado enteramente a su persona.
En la puerta de acceso al museo se exhibirá el nombre del usuario. La primera sala mostrará las fotografías que éste tiene en su Facebook y las que sus amigos han etiquetado de él. La segunda sala es la que contiene los mapas de localización, siempre y cuando el usuario haya activado ya este servicio. La sala siguiente se enfoca en los textos publicados en la red; estos se mezclan con los números relevantes de la cuenta y se proyectan en letras blancas sobre un fondo oscuro. Conforme el usuario avanza descubre que los videos que antes había colocado en su cuenta ahora están siendo reproducidos simultáneamente en la sala contigua a la anterior.
Entre más sonido, color y contenido tenga la cuenta, más espectacular será esa versión de Museum of Me.
Para terminar el recorrido con algo espectacular, se muestran unos brazos armando un rompecabezas con las imágenes relevantes de la cuenta. Conforme pasa el tiempo, el usuario se da cuenta de que es su propia silueta la que está plasmada en el conjunto compuesto de imágenes.
Esto es, sin duda, un monumento al ególatra vanidoso que todos llevamos dentro. ¿Quién se anima a verse, en este momento, en un museo?
Fuente: El País
