La Procuraduría General de la República mantiene abierta una investigación sobre el uso de actas de nacimiento alteradas o con folios reportados como robados entre quienes visitaron al líder del Cártel de Sinaloa durante los 17 meses que estuvo recluido en el Penal de Máxima Seguridad del Altiplano, Estado de México.
Una de las líneas apunta a que oficiales del ramo registral estuvieron involucrados en la venta de estas actas irregulares, las cuales sirvieron después para que “terceros vinculados con el interno pudieran ingresar al Centro Federal de Readaptación Social”.
Según información de la Comisión Nacional de Seguridad, a través de los controles de identificación de las visitas, en especial los registros del iris y del rostro, se detectó que allegados al Chapo presentaron en diversas ocasiones documentos anómalos, que después fueron puestos a disposición del Ministerio Público Federal.
Conforme a la CNS, los implicados no sólo se identificaron con credenciales de elector apócrifas -lo que ya se conocía-, sino con actas de nacimiento que correspondían a folios y formatos valorados por el Registro Civil, por lo cual se indaga la participación en esta farsa de personal de la institución.
Hasta ahora se han rastreado datos de oficialías de los estados de Sinaloa, Durango y Chiapas.
Las actas tenían inscritos nombres y datos distintos a los de quienes ingresaron al penal.
Una de las hipótesis de las autoridades es que fueron los visitantes de Guzmán Loera o sus abogados quienes sirvieron de enlace -para el intercambio de información- con quienes en el exterior de Almoloya planificaron y luego cavaron el túnel de 1.5 kilómetros por el cual escapó el narcotraficante la noche del 11 de julio pasado.
Fuente: Crónica