(Notimex).- “El llanto es una manifestación natural regulada por el sistema nervioso central, por ello se busca crear una interfase que permita identificar los llantos de los bebés recién nacidos asociados a patologías”, señaló Carlos Alberto Reyes García, coordinador de Ciencias Computacionales del INAOE.
En entrevista con Notimex, el científico manifestó que la idea surgió con el propósito de apoyar a médicos que hacían ese mismo análisis, pero de forma visual, por lo que los investigadores del INAOE comenzaron esta labor, al registrar el llanto de bebés que padecen sordera.
El responsable del programa expuso que cuentan con la participación de estudiantes de maestría y doctorado del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), y en conjunto con médicos especialistas del Instituto Nacional de Rehabilitación, de la Universidad de Oriente en Cuba, de la Universidad de Florencia, Italia, y de un investigador de Bélgica.
“La diferencia de este proyecto mexicano de otros proyectos internacionales es que no queremos saber por qué llora el bebé, nos interesa más saber si podemos identificar patologías relacionadas con el sistema nervioso central, que son de alguna forma enfermedades neurológicas”, detalló.
Con el apoyo de los médicos especialistas se grabaron los llantos de los bebés, los diagnosticaron y compartieron la base de datos con los investigadores, de tal manera que se cuenta con base de datos identificada como Baby Chillanto y que usan como modelo para comparar otro tipos de llanto.
Dicha base contiene llantos de bebé por asfixia, llantos de bebé normal, de bebé sordo, llanto de bebé por hambre, dolor, sueño, incomodidad, así como patologías registradas como hiperbilirubinemia, hipoacusia e hipotiroidismo, entre otras.
Reyes García agregó que también han registrado el llanto de nacimiento de alto riesgo, es decir, bebés que nacieron de madres muy jóvenes o muy maduras, o drogadictas, alcohólicas que dieron a luz a un bebé, a fin de identificar si en el futuro podría presentar algún tipo de patología genética.
El investigador indicó que trabajan más en el desarrollo de una serie de características cualitativas, para identificar las patologías a través de las formas melódicas del llanto, dependiendo del número de formas es posible determinar si hay una tendencia patológica o no.
“Si se puede identificar el número de señales en un bebé prematuro, entonces es posible predecir que patología podría desarrollar alguien que llora de esa forma, de tal manera que podríamos contribuir en la reducción de padecimientos ya que éstos serían identificados a una edad temprana”, expuso.
También analizan si el lenguaje materno influye de alguna manera en el llanto del bebé, y hasta el momento parece que sí hay diferencia.
La base de datos contempla muestras de llantos de bebé en español castellano y mexicano, italiano, francés y próximamente incluirán árabe, turco y portugués, y ya ha sido solicitada en países como Irán, India, Estados Unidos, Italia para realizar sus propias investigaciones y entre todos poder utilizarla.
Todos los llantos se graban con métodos no invasivos, simplemente los médicos especialistas; en el caso de Puebla fue un pediatra del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que quiso colaborar y grabó con video y fotos el llanto de los bebés, así como sus expresiones faciales en el momento del llanto.
“La meta es que poder concretar el proyecto y llevarlo a la aplicación para que a través de teléfonos celulares sirva como herramienta en clínicas rurales donde no hay especialistas”, dijo.
Agregó que de esta manera, el médico general o la enfermera harán un diagnóstico después de grabar el llanto del bebé y compararlo con la base de datos del programa, y así poder dar una recomendación para remitirlo con el especialista, y éste sea el que dicte el diagnóstico”.
El investigador del INAOE confía que el próximo año este proyecto sea contemplado dentro del presupuesto del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en tanto trabajan a través de un apoyo de la Secretaría de Relaciones Exteriores para mover a los investigadores a Italia y que los especialistas italianos viajen a México.