La Administración mexicana investiga si Zara falsea la procedencia de sus importaciones para beneficiarse de aranceles más bajos. Su sospecha es que la compañía introduce en México prendas etiquetadas en España procedentes de países asiáticos.
De demostrarse los cargos, el grupo Inditex se enfrentaría a sanciones económicas y, en última instancia, podría llegar a perder el derecho de importación a México.
Provisionalmente, durante los 10 meses que como máximo durará la investigación, Inditex deberá avalar la diferencia entre el 5% de tasa que se aplica a la confección europea y el 35% que se carga a la de otras procedencias (con la excepción de China, a la que se le aplican aranceles superiores al 300%).
La investigación contra Zara y el resto de empresas se fundamenta en que el coste de la mano de obra en España es superior al de México. Supuestamente, eso impediría a Zara ser competitiva en México con productos españoles.
‘Nosotros no sabemos de dónde viene’, dice Salomón Pressburger, presidente de la Cámara Mexicana del Vestido. ‘La ropa está etiquetada como procedente de España, pero suponemos que es de China’. Según la cámara, el mercado ilegal, el contrabando y la piratería suponen ya un 58% del mercado mexicano.
El grupo textil gallego Inditex aseguró que “respeta y cumple” la normativa aduanera mexicana y fuentes del Departamento de Comunicación aseguran que todas las actividades empresariales del grupo textil se realizan “conforme a las leyes de los países en los que actúa”.
Asimismo, transmitieron la “total disposición” de Inditex a aportar a las autoridades mexicanas “toda la documentación necesaria para la resolución de cualquier comprobación sobre los productos.
Los textileros mexicanos, que estiman su industria en 17,000 millones de dólares, obtienen con esta investigación una respuesta oficial a su grave crisis. En tres años se han perdido 140,000 empleos como consecuencia de la migración de la manufactura a Asia y Centroamérica en busca de mano de obra más barata. Un millar de empresas han cerrado en este tiempo. Mientras las exportaciones a EE UU mantienen cierta salud en tiempo de estancamiento, el mercado interno se ha hundido por la afluencia de ropa de origen asiático.
