La presunta implicación de Michel Platini, que declaró como testigo ante las autoridades suizas, da un vuelco al proceso sucesorio de Joseph Blatter, quien, rodeado por los escándalos de corrupción revelados en mayo, decidió convocar elecciones y no presentarse solo cuatro días después de ser reelegido.
Platini era el favorito a suceder a Blatter en las elecciones que se celebrarán el 26 de febrero de 2016. “Siempre he estado abierto a cooperar con los órganos y autoridades pertinentes en su labor de investigación y por lo tanto he cooperado. Con respecto al pago que se me hizo, quiero señalar que esa cantidad se refiere al trabajo que llevé a cabo en virtud de un contrato con la FIFA y ha sido un placer
El dirigente francés era el candidato más sólido e incluso durante los últimos días había empezado a trabajar su candidatura. “Tenemos que cuidar el juego, no la política. Conmigo se tratará de fútbol, no habrá política. Hay mucha gente muy buena en el Comité Ejecutivo, solo alguno es corrupto. Si haces algo incorrecto tienes que ser responsable”, había declarado recientemente. En este nuevo escenario emerge con fuerza el coreano Chung Mong-Joon, que ya había lanzado duras críticas contra Blatter y Platini, de los que decía que mantenían una relación “de padre e hijo” y que esto hacía plantearse la cuestión de “si el sistema corrupto que lleva en la FIFA 40 años debe continuar”.
También el príncipe jordano Ali Bin Al Hussein, que contó con el apoyo de Platini cuando compitió en mayo con Blatter por la presidencia de la FIFA, ha cambiado su opinión respeto al presidente de la UEFA: “No es bueno para el fútbol”. El tercer candidato en discordia es el exfutbolista brasileño Zico, que no se ve con los apoyos suficientes. Recientemente estuvo en Zúrich para obtener el respaldo necesario de algunas federaciones sin demasiada fortuna. “La FIFA es una casa cerrada”, dijo.