En una operación encubierta para acordar la compra-venta de granadas y marihuana ocurrida en abril pasado, protagonizada entre un agente de la Administración para el Control de Drogas (DEA) y un vendedor iraquí radicado en el este del condado de San Diego, se descubrieron los nexos de militares mexicanos y una comunidad iraquí establecida en El Cajón, para la adquisición de artefactos explosivos.
Los resultados fueron dados a conocer este jueves, cuando la Fiscalía de San Diego presentó cargos en contra de 60 miembros de la comunidad inmigrante iraquí establecida en en la zona.
A los detenidos se les acusa de ser parte de una organización criminal aliada con el Cártel de Sinaloa que en México encabezan Ismael “El Mayo” Zambada y su compadre Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Se los descubrieron en operaciones similares a la de hace cuatro meses vendiendo drogas, rifles de asalto, granadas y explosivos caseros.
Algunos de los sospechos, informaron las autoridades policíacas, pertenecen al Sindicato del Crimen Organizado Caldeo, un grupo criminal con sede en Detroit, donde está establecida la comunidad más grande de inmigrantes iraquíes en Estados Unidos.
Los detenidos trabajaban en un club social de El Cajón que sería su centro de operaciones para el envío de drogas hacia Detroit, drogas que eran proveídas por el Cártel de Sinaloa, según expusieron las autoridades.
La policía de El Cajón decomisó 18 libras de metanfetamina, 3,500 libras de marihuana, 630 mil dólares en efectivo, cuatro dispositivos explosivos y más de 30 armas incluyendo fusiles de asalto.
Según la Fiscalía de San Diego, este grupo criminal iraquí tiene lazos históricos con el Cártel de Sinaloa. A los acusados también se les fincaron cargos por la operación de una casa de apuestas donde se realizaban juegos ilegales de cartas.
De encontrarse culpables tendrían una sentencia mínima de 10 años en prisión.
Fuente: San Diego Red
