La Casa Blanca anunció el día de ayer que Ivanka Trump será la nueva asesora especial de su padre, el presidente Donald Trump, aunque sin percibir salario como su esposo Jared Kushner, quien sirve a su suegro en esa misma capacidad.
Con su incorporación oficial al equipo presidencial de la residencia oficial, la hija mayor del presidente revirtió su rechazo inicial a ser parte de la administración de su padre, a pesar de que su presencia en actos de gobierno en la Casa Blanca ha sido notable.
Desde que su padre llegó a la Casa Blanca, Ivanka ha estado presente en varios de los encuentros que su padre ha celebrado con líderes internacionales y en eventos para promover temas de la agenda de la mujer, como lo hizo cuando Trump despachaba en Nueva York como presidente electo.
Apenas la semana pasada apareció sentada en una sala de la Casa Blanca junto a la canciller de Alemania, Ángela Merkel, durante la visita oficial de la líder germana, y fue parte instrumental de una reunión entre líderes de negocios de Estados Unidos y Alemania.
En febrero pasado, durante su visita oficial a Washington, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, atendió junto con el presidente Trump el lanzamiento del Consejo Estados Unidos-Canadá para el Impulso de Mujeres Líderes y Empresarias, durante un foro que fue en parte promovido por Ivanka.
Durante una entrevista con el programa ’60 Minutos’ en diciembre pasado, donde apareció con su padre y el resto de sus hermanos, Ivanka desestimó la posibilidad de incorporarse a la administración, aunque dejó en claro trabajar en impulsar temas cercanos a ella.
“Hay muchas cosas por las que siento un fuerte interés, pero no en una capacidad administrativa”, dijo cuando fue cuestionada al respecto.
La Casa Blanca dijo en un comunicado que la ausencia de remuneración para la hija mayor, de 37 años de edad, “reafirma nuestro compromiso con la ética, la transparencia y apego de normas”.
Ivanka dio a conocer por separado en un comunicado que sus abogados han trabajado con el departamento legal de la Casa Blanca para garantizar que su papel, que calificó como algo sin precedentes, cumpla con todas las normas correspondientes.