Ambos países afrontan sendas crisis debido al patógeno: el primero se encuentra en el punto de mira por la gestión del Diamond Princess, el crucero con más de 620 contagiados a bordo, el mayor foco fuera de China, tras dos semanas de cuarentena ya concluida.
Japón debe asegurar que la evacuación de miles de pasajeros del Diamond Princess, anclado en el puerto de Yokohama, no va a provocar una crisis mayor dentro y fuera de su territorio.
Corea del Sur ha urgido a un encierro similar a los 2,5 millones de habitantes de la ciudad de Daegu, ante el temor de una infección colectiva después que se creara un foco de infección en una iglesia local, 70 de los 104 casos del país provienen de esa ciudad.
Se trata de la iglesia cristiana Shincheonji (Nuevo Cielo y Tierra), que el pasado domingo celebró una misa a la que asistieron un millar de personas, de las que al menos 90 presentan síntomas de Covid-19.
“Es como si alguien hubiese tirado una bomba en el centro de la ciudad. Parece un apocalipsis zombi”, aseguró Kim Geun-woo, residente de 28 años, a la agencia Reuters.