Al estilo de su padrino político, Guillermo Padrés, Javier Gándara se apropió de una presa que es de todos los sonorenses para hacer un negocio de engorda de peces, contaminando el agua que llega a Hermosillo y Cajeme, y donde se explota a menores de edad, quienes ponen en riesgo su integridad física.
La denuncia interpuesta por la dirigencia del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en el estado encendió los focos de alerta en las delegaciones federales de la Semarnat, Profepa, Conagua y Secretaría del Trabajo, que ya investigan a la Acuícola Gemso, propiedad del candidato del PAN a la gubernatura de Sonora.
Según las primeras indagatorias, Gemso (Grupo Empresarial Sonorense) no tiene concesión ni permiso para el aprovechamiento de aguas propiedad de la nación, donde colocó 289 gigantescas jaulas de siembra a seis metros de profundidad donde mantiene atrapados a los peces durante nueve meses.
El resultado de este proceso de producción es la generación de 20 mil toneladas de excremento al año que circulan libremente por el embalse acompañado de residuos de hormonas de crecimiento y productos químicos utilizados para prevenir enfermedades en los ejemplares.
Lo alarmante es que desde la presa se bombea el agua que llega a Ciudad Obregón, cabecera municipal de Cajeme, y a los hogares de Hermosillo, a través del polémico Acueducto Independencia, la obra más ambiciosa del gobernador de Sonora, también construida sin autorización.
Así Gándara busca superar a su maestro Padrés: robando más y explotando a los sonorenses
Fuente: Excélsior