Emma Hulse, una joven británica, fue despedida de su empleo por “ser demasiado bonita”, según aseguró a la televisión inglesa UNIT TV en Londres.
La compañía la contrató y ella comenzó a cubrir el trabajo. Sin embargo, a los cinco minutos, le notificaron por un mensaje de texto que sus servicios ya no eran necesarios.
La joven asegura que cuando esto sucedió fue a hablar con el director y éste le sugirió que se fuera a desfilar a pasarelas de moda. “Fui allí y hablé con el director. Él me preguntó: ‘¿eres modelo? ¿Por qué no estás en la pasarela desfilando?”, dijo Hulse.
Lamentablemente este caso de Emma no es el único en donde se “discrimina” laboralmente por el aspecto físico. En 2012, Melisa Neldon, abogada y secretaria de una clínica dental, fue despedida tras diez años de servicios, porque se aseguró que su jefe sentía atracción “irresistible”.
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