Cuando parecía todo perdido para los miles que buscan asilo en Estados Unidos, surge una esperanza. Este lunes el juez de distrito John Tigar en San Francisco, detuvo temporalmente la orden del gobierno que deniega la posibilidad de obtener asilo a las personas que entren ilegalmente al país.
Donald Trump firmó este mes el decreto que permite rechazar automáticamente las solicitudes de asilo presentadas por personas que cruzaron ilegalmente. La orden ejecutiva se produjo en momentos en que una caravana con miles de migrantes, en su mayoría hondureños, avanza a través de México hacia Estados Unidos.
El juez señaló que trata de dar respuesta a la demanda interpuesta por organizaciones de defensa de los derechos civiles. La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) afirma que la ley estipula que cualquiera que entre al país, independientemente de si lo hace legal o ilegalmente, puede presentar una solicitud de asilo.