Por supuesto que todos recordamos el título que conseguido por el Leicester City la temporada pasada, consiguiendo una de las hazañas más increíbles en la historia de la Premier League.
Como consecuencia de ese gran logro, el dueño del club decidió regalarle a toda la plantilla un lujoso automóvil. El BMW i8 con un precio de dos millones y medio de pesos, fue el obsequio de la directiva a los jugadores, y lo que al principio fue una gran sorpresa, con el tiempo se convirtió en un problema.
Lo que no pasó por la mente del dueño del club, fue que hubiera estado bien cambiarle el color a los autos, pero no lo hizo y todos eran color azul, cosa que al salir de los entrenamientos, confundía bastante a los futbolistas.
Para solucionar este problema, tuvieron que hacerle algunas modificaciones a sus autos… Chequen el resultado:
¿Cómo ven? Los deportistas tuvieron que acudir a un taller de pintura para personalizar sus cochecitos… ¡Aguas! Hasta para dar regalos hay que pensarle chavos.