El auto de libertad que el cantante Kalimba obtuvo el pasado 27 de enero tal parece que borró del mapa el resto de acusaciones que pesaban en el caso que fue llevado a juicio por Daiana Guzmán. Si bien, los medios se encargaron de darle una enorme cobertura, ahora que el ex OV7 dejó el CERESO de Chetumal, todos han olvidado a Javier Regalado Hendricks, a Óscar González y a Gerald Michel, los otros implicados.
Porque sí, una cosa es que Kalimba haya sido exculpado por el juez que determinó que, a pesar de que hubo estupro, el cantante pudo ser engañado por las jóvenes –Daiana y Thaily– (y no se haya tratado de una violación sino de una “relación sexual con consentimiento…”) y otra muy diferente que el Buda Bar siga ofreciendo servicio a pesar de que se sabe que permite la entrada a menores de edad y les ofrece empleo.
Parecería que el caso está cerrado. Por una parte, a Javier Regalado, dueño del Bar Buda y sobrino del ex gobernador de Quintana Roo Joaquín Hendricks, tan sólo se le llamó para declarar en el caso como testigo y no como indiciado, a pesar de que su centro nocturno permitía el acceso a menores.
Por otra, Óscar González, mánager de Kalimba y a quien se le vincula con la agencia de edecanes Ego Style, que recluta a menores de edad a través de redes sociales, también fue llamado sólo como testigo, ignorando así la denuncia por violación que hizo Daiana. González es hijastro de la diputada federal Rosario Ortiz Yeladaqui.
Quien también podrá respirar tranquilo al país es Gerald Manel Aguilar (el promotor que está prófugo y que fue acusado de corrupción de menores), a quien se le retiró la orden de aprehensión que tenía en su contra.