Aún cuando Hart publicó un tuit pidiendo disculpas a la comunidad LGBTQ por sus tuits, el daño estaba hecho.
Kevin Hart no tuvo opción a renunciar a la conducción de los Oscar. El actor dijo que renunció para no ser una distracción en una noche que debería ser una celebración.
Escribió en Instagram que sus críticos deberían “dejar de ser negativos”, haciendo referencia a los tuits qué él publicó en donde empleaba insultos homófobos.
Anteriormente Hart había demostrado su homofobia, en un show de 2010 dijo: “si puedo evitar que mi hijo sea gay, lo haré”.
En el 2011 aseguró: “si mi hijo llega a casa e intenta jugar con la casa de muñecas de mi hija, voy a romperla en su cabeza y decirle que pare porque eso es de gays”.
Apenas el martes la Academia anunció que Hart sería el conductor de la 91ra ceremonia de los premios Oscar en febrero. Ahora buscan un sustituto.