El viernes 16 de noviembre del 2018 la comunidad científica mundial aprobó la revisión del Sistema Internacional de Unidades (SI) establecido desde 1960.
Además del kilo otras tres unidades de medición básica se redefinieron: el amperio, el kelvin y el mol.
A partir de este lunes, Día Mundial de la Metrología, la Conferencia General sobre Pesos y Medidas (CGPM), abandonó del patrón físico del kilogramo.
La medición del kilo se hará con una fórmula matemática y ya no con un cilindro de platino e iridio que atesorado en París desde hace 130 años.
Lo que no tendrá ninguna afectación cuando vayas por tortillas, fruta, o cuando te peses en una báscula.
La variación en el kilogramo va a ser de 0.00000001 lo que no afecta a nivel cotidiano, pero sí en situaciones de mayor precisión científica.
Balanza de Watt
Los delegados de 60 Estados Miembros de la Oficina Internacional de Pesos y Medidas, llegaron a la conclusión de que cambiar el patrón físico del kilogramo.
“Este congreso aparecerá en la historia como el mayor evento para la metrología, porque marca una transformación radical en el sistema base para la ciencia y el intercambio económico global”, afirmó Sébastien Candel, presidente de la Academia de Ciencias de Francia.
Ahora, el kilo se medirá con la balanza de Watt, un instrumento que permite comparar la energía mecánica con la electromagnética, recurriendo a dos experimentos separados.
Se basará en la asignación de un valor a la constante de Plank y permitirá llevar a cabo su realización práctica con cualquier experimento que vincule la medición de masa con la constante. La ventaja es que el nuevo kilo será sumamente preciso.