La cinta narra la historia de un niño que debe encontrar una armadura mágica para protegerse de un extraño espíritu que lo acecha.
Como lo mencioné, Kubo no es la excepción y es quizá la mejor producción de Laika, en cuanto a calidad visual se refiere. Inspirada en la antigua cultura japonesa, los fans de la animación podrán disfrutar plenamente la atención al detalle que han puesto los cineastas, ya que destaca en este rubro y sólo por ello se podría colar a la terna de cintas animadas nominadas al Oscar, el próximo año.
Pero algo pasa con Laika. No me terminan de convencer sus temas y algunas de sus historias. Tienden a ser muy oscuras y lúgubres, algo influenciadas en el cine de Tim Burton, lo cual no es malo, ya que Paranorman ha sido mi favorita porque balancearon muy bien los temas con la trama. De pronto exageran y descuidan la historia, como en otra de sus cintas, BoxTrolls, que adolece un poco de este aspecto. Kubo nuevamente cae en situaciones que, de entrada, tal vez no sea muy del gusto de los niños pequeños, pero sí de los fans del cine de animación.