Por-Rafael Robledo. Los Gallos Blancos de Querétaro pueden acabar con la “maldición” de su estadio en pleno festejo del Día de Muertos en México.
Cuando reciban a las Chivas Rayadas del Guadalajara esta noche en el estadio “Corregidora”, tendrán la oportunidad de exorcizar a los fantasmas y maldiciones que rodean a este coloso de la capital queretana.
Y si hay alguien que lo puede lograr es su entrenador Víctor Manuel Vucetich, quien ha consolidado su prestigio como uno de los más ganadores del futbol mexicano al llevar a los Gallos a la final de la Copa MX.
Se trata de la final número 15 para Vucetich en su larga carrera como director técnico de las cuales sólo ha perdido dos, aunque una ha sido con los Gallos Blancos en el torneo de Clausura 2015, cuyo juego de vuelta se disputó en el Corregidora.
Desde su inauguración en 1985, el Estadio Corregidora ha ejercido una especie de maldición a los equipos que juegan como locales, incluso, recién inaugurado fue testigo de una de las finales más polémicas de la historia del futbol mexicano entre América y Pumas cuyo tercer partido se disputó justamente en territorio queretano.
A partir de ahí, entre descensos y malas temporadas, el estadio, cuyo diseño semeja en mucho al del Estadio Azteca, y que, de acuerdo a las leyendas urbanas que lo rodean, fue construido sobre un cementerio, ha adquirido una fama de “terreno maldito” que hoy, en Día de Muertos busca ser exorcizada por el “Rey Midas” del futbol mexicano.
De ganar esta final, “Vuce” se convertiría en el máximo ganador de torneos de Copa con tres títulos, junto a Octavio “La Pulga” Vial (campeón en las ediciones 1951, 1954 y 1955) superando a otros históricos como Ignacio Trelles, Antonio “La Tota” Carbajal o Manuel Lapuente.