Después de padecer una infección grave, Zion Harvey sufrió la amputación de sus manos y pies y recibió un trasplante de riñón cuando apenas tenía 2 años.
En el verano del 2015 cirujanos del Children’s Hospital of Philadelphia, Penn Medicine y Shriners Hospital for Children en Filadelfia llevaron a cabo la intervención quirúrgica que le daría nuevamente manos.
Después de esto, el niño recibió terapias de rehabilitación en el Kennedy Krieger Institute, cerca de su hogar en Baltimore, Washington D.C. Esta terapia ocupacional era esencial para que el cerebro de Zion pudiera aprender nuevamente a comunicarse con los miembros que le faltaron por seis años, así como lograr que sus músculos y tendones ganaran fuerza y flexibilidad.
Un año después del proceso, y a sus 8 años, Zion ahora puede jugar béisbol, escribir, preparar su almuerzo y hasta subirse la cremallera de su ropa.
Con información de Entravisión