La declaran muerta hace dos semanas y sigue viva

Ann Saville, una paciente de cáncer de 71 años del Hospital St. James’s de Leeds (Inglaterra) fue declarada muerta y su pareja, John Harrison, recibió una llamada donde se le informaba de la triste noticia.

Al ir a despedirse de su pareja, el hombre advirtió de inmediato, en cuanto cogió su mano que estaba viva y que el equipo del hospital había cometido un gravísimo error, del que da cuenta el Daily Mail.

«¡Aún está viva!», avisó Harrison con desesperación a las enfermeras, quienes insistían en que no era así. «No está viva, es una reacción involuntaria». Finalmente consiguió que una de ellas le tomara el pulso y confirmara que, efectivamente, no había fallecido.

Aún así, siempre según el relato del hombre, transcurrió una hora hasta que se presentó un médico; y en ese espacio de tiempo la mujer pudo sufrir daños cerebrales irreversibles.

El comportamiento del equipo del centro médico, de acuerdo con este relato, resultó extraño desde un primer momento. Harrison recibió una llamada a las 5.30 de la madrugada en la que una enfermera le transmitió el fatal desenlace, “no respira y no tiene pulso. No hay signos vitales. No corra a coger el coche para venir hasta aquí, porque no se puede hacer nada”, escuchó atónito.

Harrison desoyó el consejo, llamó al hermano de la mujer para avisarle de lo ocurrido, y se presentó en el hospital, donde no tardó en darse cuenta de que su pareja seguía con vida, aunque respiraba con suma dificultad.

Denuncia que nadie en el hospital le ha dado todavía explicaciones convincentes, más allá de que intentaron reanimarla durante media hora. Incluso llegaron a afirmar que había muerto pero, de alguna forma, había regresado a la vida.

Han pasado 2 semanas, aunque su estado es crítico ella sigue viva. Harrison prepara seguir una investigación para llegar a las últimas consecuencias y determinar la negligencia del personal médico.