La derrota de Calderón en Michoacán

Con prácticamente el 100 por ciento de los votos computados en Michoacán, el candidato del PRI, Fausto Vallejo logró el 35.38 por ciento de los votos y Luisa María Calderón el 32.68 por ciento, mientras que el candidato del PRD Sivano Aureoles consiguió el 28.88 por ciento de los sufragios.

Lo anterior confirma el fracaso de la hermana del Presidente de la República, pero también significa la derrota de la apuesta de Los Pinos desde donde -según ha acusado el virtual ganador- se aportaron recursos federales millonarios a la campaña panista y se emplearon programas sociales con fines electorales. Una derrota presidencial porque ni siquiera el delfín del primer mandatario, Ernesto Cordero, pudo evitar el desastre.

Pierde Felipe Calderón porque, además, es el estado de donde es originario; porque fue ahí donde su gobierno implementó el operativo conocido como el Michoacanazo con fines eminentemente políticos; porque, sin conseguirlo, su apuesta fue permitir el regreso de su hermana a la vida política pensando que ello le traería dividendos.

Pierde Calderón porque pese a que los días anteriores una lamentable muerte pudo incrementar los bonos presidenciales, pese a que la muerte de un alcalde panista que mereció la indignación de todas las fuerzas políticas, al final, la victoria del priísta arropado por el mexiquense Enrique Peña Nieto es irreversible.