La era de la austeridad

Hemos entrado en la era de la austeridad. Esto ya llegó a Europa y está destinado que llegue a Estados Unidos.  Los gobiernos europeos están recortando los gastos sociales y aumentando los impuestos o contemplando la posibilidad de hacerlo. El estado de bienestar ha colapsado con el mercado de bonos, y el estado de bienestar está en retirada. Incluso los países ricos tienen costos demasiado altos, pero la súbita austeridad podría provocar perversamente una nueva crisis financiera.

La situación difícil de Europa es ahora la amenaza más obvia para la ya mediocre recuperación global. El Fondo Monetario Internacional pronostica que la economía mundial crecerá un 4 por ciento en 2011. Aunque esto suena respetable, las predicciones de crecimiento subyacente de Estados Unidos (2,3 por ciento) y Europa (1,8 por ciento) son tan bajos que habría poca, si es que hay, reducción de 38 millones de desempleados en estas dos principales economías.

Claramente, la mayoría de los países europeos esperaron demasiado tiempo para revisar sus estados de bienestar. (Lo mismo puede decirse de los Estados Unidos.) Los costos adicionales de la recesión mundial ya lo han obligado a hacer lo políticamente impensable: cortar el gasto social y aumentar los impuestos. Tienen pocas opciones pero podría ser una misión imposible.

Por un lado, un enorme déficit y la deuda de los déficits anteriores significa que algunos países ya no podrán pedir prestado con tasas de intereses razonables. La semana pasada las tasas de interés estaban cerca del 10 por ciento en bonos de gobierno en Grecia a 10 años y mas del 6 por ciento en los bonos irlandeses y portugueses. Incluso estas tasas serian más altas si estos gobiernos no hubieran actuado para reducir los déficit presupuestarios a largo plazo. Por el contrario, las tarifas están alrededor de 2,3 por ciento en los bonos alemanes de gobierno a 10 años y a 2.4 por ciento en los de Estados Unidos.

Por otro lado, aumentos de impuestos abruptos y recortes de gastos amenazan con recesiones más profundas. En Grecia, el Impuesto al Valor Agregado (un impuesto nacional de venta) se incrementó cuatro puntos en porcentaje; la edad normal de jubilación también se esta elevando. Portugal aprobó un incremento de IVA de dos puntos porcentuales. En Irlanda, los salarios de trabajadores gubernamentales se cortaron en un 7 por ciento. En España, las aportaciones a niños están siendo abolidas. Las tasas de desempleo son de un 11 por ciento en Portugal, de 12 por ciento en Grecia y de 14 por ciento en Irlanda.

Algunos economistas, entonces esto es una locura. Desmond Lachman, del American Enterprise Institute prevé un espiral económico que va hacia abajo. Como van empeorando las recesiones, la pérdida de ingresos fiscales y crece el gasto por desempleo habrá algunas mejoras proyectadas para compensar los déficit presupuestarios. Por lo tanto, habrá más recortes de gastos y será necesario aumentar impuestos.

La gente perderá la paciencia, dice Lachman. Los gobiernos caerán o decidirán por defecto repudiar algunas deudas, es un mal menor que tolerar la miseria de las masas persistentes. “Es una carrera entre Grecia e Irlanda” para ver quien suspende el pago de bonos primero, argumentó. Eñ país que suspenda primero, abandonara el Euro y creara su propia moneda para crear un interés renovado sobre sus tasas de interés y tipo de cambio.

El peligro: otro choque financiero, tal vez como el fracaso de Lehman Brothers. Si un país suspende el pago de los bonos, los inversionistas se desharán de los bonos de los demás. Los bancos europeos, con más de $ 1 trillón en préstamos a Grecia, Irlanda, Portugal y España, sufrirán más pérdidas, dice Lachman.

No tan rápido, afirma Jacob Kirkegaard, del Instituto Peterson. Europa ha actuado de manera “pragmática” para evitar su fin, dijo. Los mercados de bonos pueden forzar a los países débiles a la bancarrota al no comprar la deuda de las naciones o imponiendo costos sancionarios – Europa ha creado fuentes de préstamo temporales. En mayo, la Unión Europea y IMF rescataron a Grecia con un paquete de $ 146 mil millones. Los EE.UU. y el IMF también han pedido un fondo de 1 trillón que otros países (por ejemplo, Irlanda o España) podrían pedir. Por último, el Banco Central Europeo, la Reserva Federal-esta comprando los bonos de los prestatarios más débiles.

La esperanza final es ganar tiempo. Recortes efectivos de deuda, se discute, estimularán el crecimiento económico al darles la seguridad a los mercados de bonos de que los niveles de deuda son sustentables y justificando las tasas de interés mas bajas. Esa también es la teoría del nuevo primer ministro británico, David Cameron, que ha propuesto la reducción de gastos del gobierno un 6 por ciento para el 2015.

La austeridad es la transformación de la economía y la política. La era de los privilegios se trato de regalos, la era de la austeridad será de cobranza. La era de los privilegios se trato de maximizar el crecimiento económico, la era de la austeridad será de minimizar las reversas económicas. A dilemas similares se enfrentan la mayoría de las sociedades avanzadas. Incluso Alemania tiene una deuda compartida grande del 73 por ciento en 2009.

Los gobiernos se ven atrapados. Sin recortes de gastos e incrementos de impuestos, deudas inmanejables pueden ahorcar sus economías. Pero esos mismos gastando sus recortes e incrementos de impuestos también amenazan su crecimiento económico. Estados Unidos no esta exento, las tasas bajas de interés significa que los mercados de bonos no nos han dado la espalda.  Necesitamos no amenazar la recuperación recortando inmediatamente los deficits presupuestarios. Propósito que necesitamos actuar de manera convincente para reducir los déficits futuros. La austeridad no puede ser divertida, lo doloroso que será todavía depende parcialmente de nosotros.