Hace más de 180 mil años apareció el homo sapiens en el continente africano y a partir de ahí comenzó a distribuirse a lo largo y ancho del planeta. Ahora, los investigadores se preguntan hacia dónde va la especie humana.
La humanidad ha detenido su evolución y es, progresivamente, menos capaz de reaccionar ante cambios ambientales como, por ejemplo, una pandemia.
El profesor Steve Jones, genetista del University College de Londres y ex director del Galton Laboratory, fue uno de los primeros en iniciar el debate, al afirmar en 2008 que los humanos ya no estamos evolucionando, porque la medicina y la tecnología moderna han permitido sobrevivir a muchos que antes no hubieran tenido la elección.
Geoffrey Miller, psicólogo evolutivo de la Universidad de Nuevo México, estima que en un futuro cercano la tecnología permitirá seleccionar las características genéticas de nuestra descendencia. Un caso más extremo es el que plantea el director del Instituto del Futuro de la Humanidad de la Univerdsidad de Oxford, Nick Bostrom, quien especula que la tecnología permitirá al ser humano vivir como ser digital y ocupar cuerpos robóticos.
Ian Tattersal, director del Área de Antropología en el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, dice que quizá ya no evolucionamos porque nuestros genomas están excesivamente conectados debido a la movilidad social que hay en el mundo. Si dejaran de estarlo, la evolución volvería a estar presente, ya que en las sociedades pequeñas los genes son más inestables y pueden adquirir modificaciones con máyor facilidad, asegura Tattersal.
Por su parte, Según Eudald Carbonell, director del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social, la metabolización de la revolución científico-técnica que ha tenido lugar últimamente “pasará factura. 15% o más de la especie pagará con su vida la continuidad evolutiva”, asegura.
Fuente: CNN México