La historia de Morgan Freeman venezolano

Encontrar al Morgan Freeman venezolano. O al menos, a su “doble”.

La aventura empezó en la mañana del jueves, cuando en la revisión habitual de Twitter me topé con la foto de Morgan Freeman vestido de guardia de seguridad. Eso pensé yo.

Pero era al revés: hay un guardia de seguridad venezolano que es igualito, igualito, igualiiiiiito al protagonista de “Conduciendo a Miss Daisy”. Y me propuse encontrarlo.

Lo único que sabía entonces era el país donde “Morgan Freeman” vivía -no era una tremenda pista, considerando que Venezuela tiene 29 millones de habitantes- y que, supuestamente, trabajaba en un zoológico.

Lo obvio era rastrear al que subió originalmente la foto a internet, pero eso resultó un laberinto. Se había vuelto tan viral en las redes sociales venezolanas, que era imposible identificarlo.

Apelando a la agente de CSI frustrada que llevo dentro, se me ocurrió observar detenidamente el retrato.

Un entorno verde, un basurero y un caballero sonriendo vestido con atuendo de guardia. Con eso no hacía mucho. Pero había un detalle: el uniforme tiene una insignia. Se lee “Seprinca”.

Googleo el nombre de la empresa. Me sale una agencia de noticias argentina, una consultora de seguridad digital y una empresa de seguridad en Caracas. Opto por la última.

La llamada no es fácil. No voy a preguntar cuánto cuesta instalar cámaras de seguridad ni a cotizar guardaespaldas.

“He hecho cosas ridículas en la vida y llamar a una empresa de seguridad preguntando si uno de sus empleados se parece a Morgan Freeman”.

El mensaje se lo mando por correo interno a mi editora, mientras espero en línea que la telefonista en Caracas me pase a alguien que me pueda ayudar.

 

Fuente: BBC Mundo