Sofia Kaman, la dueña de la joyería donde supuestamente Lindsay Lohan cometió el robo de un collar, asegura que no era su deseo presentar cargos. Así está asentado en los documentos policiales del caso.
Kaman declara que se vio en la necesidad de hacer el reporte pues su único interés era recuperar el collar de 2 mil 500 dólares. A esto, añadió que, “lo que más quería es que este asunto se manejara con suma discreción”.
Pero para Lindsay Lohan la aparente buena voluntad de la agraviada, no servirá de mucho; el caso ya está en un proceso judicial; y, de acuerdo con las autoridades, hay evidencia suficiente para procesar a la actriz.
La cantante se presentará nuevamente ante la corte el próximo 23 de febrero.