El interior de la Luna, posee la misma cantidad de agua que el manto acuífero superior de la Tierra, lo cual indica una cantidad muy superior a la que se estimaba.
El descubrimiento se dio gracias a un estudio de investigadores de la Institución Carnegie.
El agua fue descubierta en el magma lunar y se encuentra principlamente en forma de cristales de vidrio volcánico que llega a la superficie debido a las erupciones periodicas que vive la Luna.
El hallazgo “desafía las suposiciones de cómo se formó la Luna y cuál es el origen del agua congelada que el astro posee en sus polos, al igual que la Tierra”.
Se concluyó a su vez que el interior del satélite podría ser verdaderamente parecido al de nuestro planeta.
Esto podría reforzar la idea de que la Tierra y la Luna tienen un “origen común“.
Fuente: Europa Press